Estoy recién llegado de Mendoza, después de una semana intensa de visitas que coroné con una cata mano a mano con Paul Hobbs en Viña Cobos, un icono argentino que sigue poniendo la vara altísima.

Para mí, los vinos de Viña Cobos fueron durante años «inalcanzables». Cuando comencé a estudiar, dos décadas atrás, Viña Cobos era un mito que recién se lanzaba. Significaba el desembarco formal de Paul Hobbs (un enólogo tremendamente prestigioso por su trabajo en California) en Argentina, con toda la presión que eso significaba.

Esta semana, a 20 años de eso, tuve una mañana movilizante en el más moviliante de los sentidos, compartiendo una cata mano a mano con Paul y Diana Fornasero, la Gerente de Producción de Viña Cobos, con quien conversamos en este episodio del podcast.

3 asuntos clave que me llevo de esa cata en Viña Cobos

• Primero que nada, tenerlo a Paul escuchando atento a Diana y tomando notas de lo que decía me pareció espectacular. Rodearse de gente que uno admira y de quien aprende, qué hermoso ver eso en un equipo de trabajo.
• Probamos novedades, con el foco puesto en sus tintazos pero también en el Chardonnay, algo que Paul y su equipo dominan con creces. El Single Vineyard Zingaretti mete miedo.
• Es impactante el trabajo que hacen con los más de 50 productores a los que les compran uvas. De hecho, el año pasado lanzaron la línea Vinculum que, justamente, “celebra” ese vínculo con algunos de esos viticultores (“el mayor exponente de los productores independientes”, me dijo Paul).

Los 25 años

Hace un cuarto de siglo, los vinos argentinos eran muy diferentes. Muy. En un país conocido por su Malbec, Paul tenía una visión más amplia, una misión personal: llevar el Cabernet Sauvignon argentino a las grandes ligas. En esta entrevista con Paul Hobbs que le hice en 2014, él me dijo: “Tenemos que consolidar la noción mundial de que Argentina no solo es incomparable en Malbec, sino que también puede competir con lo mejor en las grandes ligas… eso es Cabernet”. Y vaya que lo han logrado.

Y creo que lo que más sobresale en el caso de Cobos es la consistencia a lo largo de tantos años y la obsesión por los detalles; hay pocas otras marcas que se hayan destacado tanto por su enfoque en la zonificación y la trazabilidad meticulosa (ni hablar el laburo hermoso que hacen con la madera y las barricas).

¿Un último dato? Con motivo del aniversario acaban de inaugurar un ala de la bodega dedicada exclusivamente al enoturismo, con salas de cata privadas para grupitos chicos, una personalización extrema que podés chusmear acá.

Antes de irme, quiero compartirte este video que grabamos para mi canal de YouTube contándote sobre cómo es visitar una bodega… y lo hicimos justamente en Viña Cobos, en esta misma visita.