Está terminando el año y, con él, El Desafío 2011… así que en este anteúltimo mes estuvimos a toda máquina y catamos 187 vinos. De todos ellos elegimos un TOP 5 con los más destacados de estos últimos 30 días.
En El Desafío 2011 vamos por el vino número 1.827. Ya nos queda el último tramo que recorrer, pero noviembre fue un mes plagado de grandísimos vinos (con lo cual la decisión, les aseguro, fue bien difícil). Acá están, éstas son: las cinco etiquetas más grandiosas de estos últimos 30 días.
PUESTO 1 // Fue el vino número 1.697, y una sorpresa rotunda: el Montesco Agua de Roca 2011, de Passionate Wine, el proyecto personal de Matías Michelini. Tanto me habían hablado de este vino que las expectativas que creó fueron altísimas, y la excusa fue en la cata de VINAZOS que hicimos en noviembre en el barrio de Palermo. Descorcharlo sinceramente logra superar todo lo esperado: es un Sauvignon como muy pocos en el país, con notas tropicales, a banana, pera, pasto húmedo, flores, piedras. Una delicia, un hallazgo, y a un precio acorde (80 pesos argentinos, 20 dólares).
PUESTO 2 // Fue la etiqueta 1.822, un tinto que propongo entre los mejores del país: el D.V. Catena Malbec-Malbec 2006, de Catena Zapata. Es así; lo pruebo una y otra vez al año porque sinceramente siempre lo tengo como un gran recomendado. Se trata de un Malbec interesantísimo, de múltiples capas aromáticas, repleto de flores y frutas pero con un aporte invalorable de notas minerales. En boca es una seda, y queda dando vueltas en el paladar por larguísimo tiempo. Su precio aproximado es de 145 pesos argentinos (37 dólares).
PUESTO 3 // Un espumoso caro del país, pero que compite par a par con grandes exponentes del mundo. Fue el vino número 1.737, el Baron B Unique Brut Nature 2002. Un vino de color bien intenso que mucho hace acordar a los mejores exponentes del Champagne. Se lo encuentra bien maduro, con notas a pólvora, minerales y clavo de olor. En la boca muestra lo bien que le han sentado los años; aparecen notas a dulce de leche y caramelo líquido y queda en el retrogusto un final meloso exquisito. Su precio es de 264 pesos argentinos, o 66 dólares.
PUESTO 4 // El vino 1.714 fue un blanco jovencísimo que me encanta: el Portillo Sauvignon Blanc 2011. Una etiqueta que sigue manteniendo el mote de “ultra recomendable” porque entrega pura esencia de Sauvignon Blanc. Muestra el perfil más herbáceo de la variedad, con olor a pis de gato, ruda y maracuyá y un paladar de gran acidez. Lo probé con comida peruana y, el resultado, es un golazo. Su precio es de aproximadamente 27 pesos argentinos (7 dólares).
PUESTO 5 // Cerramos el conteo con un Champagne hecho y derecho que probé con dos amigos a los que hacía tiempo no veía. Fue la botella 1.710: el Comtes de Champagne Blanc de Blancs Brut Vintage1998, de la casa Taittinger. De nariz con aromas a tostadas con manteca derretida, pólvora y canela y una boca redondísima en donde las burbujas acarician cada milímetro de paladar. Al final aparece un carácter tostado muy atractivo, que le da mayor complejidad aún. Creo que se consigue también en país, aunque tengo que contarles que, para comprarlo, tendrán que desembolsar unos 1.590 pesos argentinos (398 dólares).