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Vinos para festejar el Día de la Madre

Quiero compartir con ustedes esta nota que salió publicada en el Suplemento Ollas&Sartenes del Diario Clarín, cubriendo el maridaje de la nota de tapa, dedicada al menú del Día de la Madre. Espero que la disfruten!

Proponer maridajes para una fecha tan especial es, al menos, un enorme desafío. Un menú diverso, varios familiares y casi tantos gustos como podríamos imaginarnos hacen que, escoger sólo una bebida para cada plato, sea un intento osado. De cualquier manera, el día tiene como única consigna disfrutar y los vinos tienen que estar acorde: les propongo deleitarse con 5 bebidas festivas, simples y refrescantes para compartir con nuestras madres.

Para comenzar, vamos a elegir el Santa Florentina Pinot Gris 2008, un blanco por demás fresco, con notas cítricas que combinan a la perfección con la ensalada y algunos dejos herbáceos que equilibran los aromas intensos de la albahaca-limón. El amargo de la rúcula es uno de los peores enemigos del maridaje, pero este vino logra contrarrestarlo por su chispeante acidez.

Las bruschettas son uno de mis platos preferidos y, afortunadamente, compartimos ese gusto con mi madre. Por eso sugiero un vino que a ella le encantaría y que acuerda exquisitamente: el Lagarde Blanc de Noir 2008, un rosado de Pinot Noir y Malbec que, en su ambivalencia entre azúcar y acidez, encuentra un punto óptimo con los tomates levemente ahumados y lo especiado del dukkah.

El cordero es una carne bastante fácil de maridar con tintos de buena estructura como un Cabernet Sauvignon, un Syrah o un Malbec. Sin embargo, este día merece algo especial y, por eso, creo que la combinación ideal sería con un Viniterra Carménère Select 2006 que aporta la nota especiada que, en la receta, está representada por sabores tan vivos como el del romero, el tomillo y las alcaparras.

Ya casi terminamos el menú y es tiempo de brindar. Para eso les aconsejo el Alma Negra Espumante de Malbec 2007 que, a su vez, nos dará la excusa perfecta para combinarlo con el salmón rosado con ensaladita de pepinos y papas. Así, la sutileza de este vino no opacará la sensibilidad de una carne tan delicada como la del salmón.

Por último, para terminar un día increíble, tenemos que encontrarle una pareja a nuestro cheese cake de frutillas al Grand Marnier. Por eso les propongo un espresso con apenas cuatro gotas de Grand Marnier; el licor simplemente le dará un toque de sofisticación y perfume al café, nuestro aliado para una larga sobremesa en familia.

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