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Toro, la parte desconocida del vino de España

Mirá, la cosa es así: en los últimos tiempos hubo un punto en Europa que se llevó las miradas de todos. Si tenés pensado un viaje a la madre patria, ni se te ocurra dejar de hacer una parada en Toro, Eldorado del vino de España.

Ese día había arrancado temprano en la mañana, luego de un viaje de quién sabe cuántas horas desde la ciudad de Porto, en Portugal, hasta Valladolid, en España. Habiendo pasado una noche entera sin dormir, finalmente llegué a Toro.

toroLa ciudad es chiquita, de apenas unos 9.800 habitantes, y tremendamente peculiar (bue, como casi todas las localidades del interior de España). Ahí, el toque de color lo dan sus habitantes, a quienes ya desde los primeros rayos de sol se los puede ver desayunando alguna porción de tortilla de papas, acompañándolo con un café con leche o, por qué no, algún shot de grapa.

En materia de vinos, Toro es una región tradicional. Tradicionalísima, les diría. Es una Denominación de Origen insignia de España, aunque su explosión internacional es reciente. La clave está en que en los últimos años en la zona se han instalado grandes inversores extranjeros que decidieron comprar sus fincas a orillas del Duero y comenzar a hacer vinos que, lentamente, han adquirido reconocimiento mundial. Vega Sicilia, el Grupo Louis Vuitton-Moët Hennessy y Francois Lurton son algunos de los muchos nombres que apostaron a esa versión increíblemente voluptuosa que la Tempranillo canta en estas tierras.

Los vinos se elaboran mayormente con la variedad Tinta de Toro que es ni más ni menos que lo que nosotros conocemos como Tempranillo… el detalle es que en estas tierras da un resultado distinto a todo. En Toro los tintos son gruesos, musculosos. Negros como la noche y a años luz a los elegantes Tempranillos de la Ribera del Duero, a apenas unos kilómetros de distancia.

 

Los vinos de Colón

toroSi hay algo que caracteriza a los tintos de Toro es su concentración y potencia alcohólica, ya que el clima acalorado del verano favorece que la uva madure completamente y los azúcares sean mayores. Como consecuencia, al momento de realizar la vinificación estas etiquetas alcanzan fácilmente los 15 o 16 grados de alcohol.

Fue ésta la razón por la cual, se comenta, desde Toro salieron los vinos que Colón solía llevar en sus travesías por el mundo, en especial en sus primeros viajes a América ya que la concentración de aromas, color y, sobre todo, taninos y alcohol hacía que estas botellas soporten muy bien el viaje, perduren en el tiempo y estén en perfecto estado para beberse luego de algún tiempo.

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