De los excesos del alcohol, el porqué de la embriaguez, algunas leyendas y esos consejos útiles para evitar el desborde. Así es este «Miércoles de cervezas».
Por Marcelo Braga, propietario de Nuevo Origen Microcervecería
Esta frase debe estar entre las más balbuceadas por los hombres; quizás compartiendo espacios con “te juro, no es lo que pensás” o “es la primera vez que me pasa”. La realidad es que la ‘resaca’, luego de haber tomado en exceso, es algo que hace del día siguiente, una pesadilla. Cuando el alcohol se consume en exceso, es un agente agresivo para nuestro organismo. Produce deshidratación y eliminación de sales y vitaminas esenciales, irritación de las paredes del estómago e hígado, entre otras.
El principal alcohol que encontramos en la cerveza y en el resto de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico. También existen los llamados alcoholes superiores o fusel, que, al ser mucho más tóxicos que el etanol, son los responsables principales de los terribles dolores de cabeza del día siguiente. En la cerveza, estos alcoholes superiores son producidos durante el proceso de elaboración por mostos pobres en aminoácidos por utilizar mucha cantidad de granos adjuntos o por altas temperaturas de fermentación para determinada levadura. En síntesis, todas razones de una mala cerveza. En los whiskies, la primera porción del alcohol destilado es desechado justamente por contener estos alcoholes superiores (propanol, butanol y pentanol, entre otros).
Existen, entonces, algunas prácticas que podemos realizar ante una situación en donde sabemos que beberemos más de lo políticamente correcto, entre ellas:
1. Ingerir agua entre las bebidas. Si es una con sales y electrolitos como el Gatorade, mejor.
2. Antes de empezar a beber, y no durante, comer futas frescas y secas que sean ricas en vitaminas C y B, y sales.
3. Comer platos ricos en grasas, los que retardan la asimilación del alcohol.
4. Evitar el café.
5. No manejar, claramente.
Si bebés de manera controlada y seguís alguno de los tips anteriores, la famosa frase de Enrique Pinti en Esperando La Carroza será solo un feliz recuerdo.