Las fiestas de fin de año proponen un momento ideal para hacer un balance de todo lo que pasó; por eso, nada mejor que compartir 5 historias plagadas de experiencias y momentos imborrables de mi diario de viajes.
PUESTO 1 – 120 minutos en Vega Sicilia // Si había un lugar que no podía dejar de visitar en mi aventura vitivinícola por Europa, era Vega Sicilia. Esta bodega hizo famosa a la DO Ribera del Duero, y se convirtió, con el correr de las cosechas, en un mito viviente del vino en España. En sus instalaciones no suelen recibir invitados, pero su simpatiquísima Jefa de Exportaciones, Purificación Mancebo, decidió hacerse un tiempo para recibirme y, así, recorrer juntos sus salas de máquinas, ver sus barricas y, lo mejor, degustar aquellos vinos. Comenzamos con el Tokaj Furmint seco Mandolás (el Grupo Vega Sicilia también tiene propiedades en Hungría) para luego dar comienzo con los tintos españoles: el Pintia 2006, el Alión 2004, el Valbuena 2004 y el Vega Sicilia Único cosecha 1999, su mítico vino top. Esta experiencia encabeza mi listado no solo por la calidad de aquellos vinos, sino también por la exclusividad y el privilegio que supuso.
PUESTO 2 – 1 copa y 40 de los vinos más costosos del planeta // Pocos lugares he disfrutado tanto como Beaune, un pueblo bien chiquito en el centro de la región de Borgoña, en Francia. Ahí donde se elaboran los mejores Chardonnay y Pinot Noir del mundo. Esa tarde de octubre cuando visité Louis Jadot, una de las bodegas emblemáticas de Beaune. Nicolas Dewe, director de exportaciones de la empresa, me estaba esperando acompañado por nada más ni nada menos que una pequeña copa de degustación. La propuesta era clara: a lo largo de más de una hora nos propusimos probar directamente de los toneles más de 40 increíbles Chardonnay y Pinot Noir.
PUESTO 3 – Dos grandes Burdeos // El tercer puesto también corresponde al viejo mundo; más precisamente a dos bodegas que, casi desde siempre, han sido indiscutidos referentes del vino en Bordeaux, la cuna de algunos de los mejores vinos del planeta. Primero Château Latour, uno de los 5 Premier Cru de la región, donde degusté todas sus líneas, incluidas las etiquetas del Grand Vin que aún no habían salido al mercado. Otro de las bodegas de aquella visita fue Château Lynch-Bages, un Cinquièmes Cru (uno de los 18 quintos Cru de la región) que, a pesar de tener menor prestigio, ha adquirido una monstruosa fama en los últimos tiempos, siendo una de las ‘niñas mimadas’ de la prensa vitivinícola internacional.
PUESTO 4 – Verticales de Patagonia // No son muchos los vinos argentinos realmente grandes a nivel mundial: esas etiquetas que llevan en alto la bandera celeste y blanca. En la provincia de Rio Negro hay uno esos: el Noemía de Patagonia. Junto al gerente de la bodega Oscar Ferrari y sus propietarios, la Condesa Noemi Marone Cinzano y su esposo y winemaker, Hans Vinding-Diers, disfrutamos una degustación de la línea completa de su vino top, cosechas 2001, 2002, 2003, 2004, 2006 y 2007. Una cata de lujo que sólo se había realizado en 3 ocasiones verdaderamente especiales (la última de ellas para presentar los productos en la afamada revista Wine Spectator) y que, esta cuarta vez, me esperaba a mí.
PUESTO 5 – Opus One, el vino más poderoso de California // Hacía muchísimo frío aquella tarde de febrero en Napa. La última visita era a Opus One, la bodega que unió a Robert Mondavi y el Baron Philippe de Rothschild, dos de los máximos referentes del mundo del vino. Allí nos dispusimos a disfrutar, por el módico precio de 25 dólares, los pocos centilitros que cabían dentro de la ajustada copa de cata. Colores, aromas, texturas… sensaciones maravillosas que se despertaban, también, por el sólo hecho de saber que estaba en presencia de un Opus One. El vino más poderoso de California no me había defraudado aunque, debo confesar, yo esperaba algo de eso.