Viognier

Viognier: la uva difícil que regala perfumes inolvidables

Hablar de Viognier es hablar de una uva que divide aguas. Para algunos, es un dolor de cabeza en el viñedo; para otros, un tesoro aromático capaz de dar algunos de los blancos más cautivantes del mundo. Lo cierto es que este varietal, que nació en las laderas del Ródano francés, se ha expandido a distintas regiones del planeta y hoy representa una opción cada vez más valorada por productores y consumidores.

Viognier no es una uva dócil. Su acidez naturalmente baja obliga a cosechar en el punto exacto: si se deja pasar, los vinos pueden volverse pesados y con demasiado alcohol. Además, su piel gruesa y su sensibilidad a enfermedades hacen que el manejo agrícola sea complejo. Por eso suele cultivarse en suelos bien drenados, con bajos rendimientos y un control minucioso del viñedo.

Esa dificultad explica por qué la superficie mundial estuvo al borde de desaparecer a mediados del siglo XX. Fue en el Ródano Norte, concretamente en la denominación Condrieu, donde sobrevivió y se consolidó como referencia. Hoy, Condrieu y el diminuto Château-Grillet producen algunos de los Viogniers más elegantes y buscados del planeta.

Cómo se elabora un Viognier

En bodega, hay dos estilos dominantes:

  • La frescura aromática, lograda con vendimias tempranas y fermentación en tanques de acero inoxidable para preservar los perfumes de damascos, flores blancas y notas especiadas.

  • La complejidad y la textura, con fermentación en barricas, crianza sobre lías y técnicas como el battonage, que aportan volumen, miel, frutos secos y un carácter más untuoso.

Ese doble camino explica por qué Viognier puede dar tanto vinos ligeros y fragantes, ideales para beber jóvenes, como blancos estructurados que sorprenden por su potencial gastronómico.

Viognier en el mundo

Si bien Francia sigue siendo su cuna, Viognier encontró nuevas casas: California (Central Coast, Paso Robles), Australia (McLaren Vale, Eden Valley, Adelaide Hills), Chile, Argentina y Sudáfrica han demostrado que esta uva puede brillar en climas soleados, siempre que se mantenga la frescura.

Hoy, los consumidores encuentran desde etiquetas accesibles de corte frutal hasta grandes vinos de guarda, con precios y estilos para todos los bolsillos. Esa versatilidad lo convierte en un varietal cada vez más interesante para cartas de vinos, vinotecas y restaurantes.

Qué esperar de un Viognier en tu copa

Los aromas característicos son su carta de presentación: damascos maduros, flores blancas, miel, jengibre y, en algunos casos, piel de cítricos. En boca, el cuerpo es medio a pleno, con una textura envolvente y una acidez suave. Eso lo hace ideal para acompañar platos especiados, currys suaves, pollo con frutas de carozo, quesos cremosos o cocina asiática de perfil aromático.

En síntesis: Viognier es una uva exigente, sí. Pero cuando está bien cuidada, entrega vinos que enamoran con perfumes intensos y un carácter inconfundible. Para productores, representa un reto técnico; para consumidores, una experiencia sensorial difícil de olvidar.

Si querés seguir explorando el mundo del vino, escuchá el episodio de mi podcast donde te cuento más curiosidades sobre esta uva fascinante.

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