Septiembre tiene 30 días y, a lo largo de ellos, caté un total de 119 etiquetas. Entre tooooodas, claro, encontré de todo, pero fueron cinco las que más se destacaron. Acá les cuento cuáles fueron y por qué.
En El Desafío 2011 ya vamos por el vino número 1.429. Mes tras mes vamos acumulando una cantidad impresionante de nuevas etiquetas y, por eso, acá les resumo brevemente mi ranking de Septiembre, con los cinco vinos más destacados del mes que pasó.
PUESTO 1 // Fue el vino número 1.313, catado en la semana 36. Se trata de un Malbec accesible que me sorprendió muy muy gratamente. ¿De cuál hablo? Del Urban Uco Malbec 2010, de la bodega mendocina O. Fournier. Un vinazo, delicioso y a un precio amigable. Intenso, con perfumes a almendras tostadas y flores y una boca ultra equilibrada. Un best value que por 35 pesos argentinos (o 9 dólares), da cátedra de lo que un Malbec simple y efectivo puede llegar a ser.
PUESTO 2 // Quedé maravillado después de probar el vino número 1.409. El Passito di Pantelleria Ben Ryé 2008, de la bodega siciliana Donnafugata. Sinceramente es uno de los mejores vinos dulces que recuerdo haber probado alguna vez. Un Moscato elaborado con uvas que, luego de cosechadas, fueron pasificadas al sol. De una nariz muy sutil pero encantadora, con aromas a violetas, jazmines, té negro y dulce de membrillo y una acidez perfecta. Además, su color naranja vibrante lo hace todavía más atractivo. Repito, de los mejores blancos que he tenido el placer de probar. Su precio aproximado es de 96 pesos argentinos (24 dólares).
PUESTO 3 // Esta etiqueta la resalto no solamente por lo que es en sí sino también por lo que significó para mí. El vino en cuestión fue el número 1.360, y se trata del Doña Paula Estate Malbec 2009, de Doña Paula. El precio (125 pesos argentinos o 32 dólares) corresponde a la botella mágnum, de 1,5 litros, porque fue ésa la presentación que elegimos para el tinto que estuvo presente en las mesas de mi casamiento. Un Malbec estructurado, complejo, especiado y bien floral, con un aporte justo de madera y una boca redondísima.
PUESTO 4 // Celebrando el Día Mundial del Cabernet Sauvignon, durante la semana 36 descorché la botella número 1.326: el Riglos Gran Cabernet Sauvignon 2007. Creo fuertemente que es uno de los mejores, sino el mejor, Cabernet Sauvignon de la Argentina. Intenso pero muy elegante, con aromas varietales típicos, la madera filtrándose apenitas y un perfil entre lo especiado y lo floral. Exquisito, y justifico cada uno de los 130 pesos invertidos en la compra (algo así como 33 dólares).
PUESTO 5 // Uno de los más caros del conteo: el Tikal Júbilo 2007, de Ernesto Catena Vineyards. Fue la etiqueta número 1.312, descorchada durante la semana 36. Su nariz es más bien especiada, y en algo me hizo acordar a los grandes tintos a base de Malbec y un toquecito de Cabernet Franc. Es, sin embargo, un blend de partes iguales de Malbec y Cabernet Sauvignon, bastante especiado, con aromas a tierra seca, piedras, crema y moras. La boca es perfecta, súper presente pero a la vez liviana, de paladar largo, marcado pero elegante. Definitivamente es un vino que maravilla, aunque su precio (230 pesos argentinos o 58 dólares), sea bastante abultado.