En esta segunda semana vamos a bucear un poco el mundo de las clasificaciones. A olvidarnos de los colores y descubrir que las góndolas ofrecen muuuuuchas alternativas.
Por Marcelo Braga, propietario de Nuevo Origen Microcervecería
En general, los latinoamericanos no tenemos una gran cultura cervecera. Los poco más de 30 litros que consumimos anualmente y por persona en Argentina son casi inexistentes comparados con los 110 litros promedio de países europeos, con algunos casos de hasta 160 litros como República Checa. También debemos señalar que casi el 97% del mercado está copado por cervezas industriales que, en general (aunque cada vez menos, por suerte), ofrecen una o dos variedades en su portfolio.
Un concepto adoptado por muchos consumidores es el de clasificar a las cervezas por sus colores, sean rubias, rojas o negras. Si bien el hecho de presentar una determinada tonalidad nos puede indicar la presencia o ausencia de ciertas maltas, esta clasificación tiene poco sustento cuando uno empieza a probar distintos estilos. Por ejemplo si tomamos una cerveza color ámbar (o roja) como puede ser una Scottish Ale y la comparamos con una India Pale Ale (IPA para los amigos) nos encontraríamos con dos mundos totalmente distintos.
Entonces… ¿Cómo deberíamos clasificarlas? Bueno, una forma sencilla es de acuerdo al tipo de levadura que se utiliza en su elaboración. Éstas pueden ser Ales (se pronuncia eils) o Lagers. Las primeras son elaboradas con levaduras que fermentan entre 17°C y 24°C, y comúnmente son llamadas “de fermentación alta” debido a que estas levaduras tienden a fermentar en superficie y luego decantar. Son cervezas que, debido a la temperatura de fermentación, las sentiremos aromáticas, con notas a frutas, de buen cuerpo y bastante complejas. Las cervezas Lagers, como ya imaginarán, se obtienen fermentando a temperaturas más bajas, entre 8°C y 13°C. Comúnmente se las denomina «de baja fermentación» porque la mayor parte de la actividad se genera en el fondo del fermentador.
Ahora bien, muchos de ustedes conocerán diferentes estilos de cervezas, entre los cuales se les vendrán a la cabeza nombres como Stout, Pilsener o Bock. Bueno, todos estos estilos pertenecen a cervezas Ales o Lagers. Entre las Lagers tenemos estilos y exponentes como Pilsener (Pilsner Urquell, Stella Artois, Heineken y la mayoría de las industriales, aunque poco tengan que ver con el estilo), Bock, DoppelBock, entre otros estilos. El abanico de cervezas Ales es bastante más amplio, encontrándose las Pale Ale y Bitters, India Pale Ale (versiones mucho más lupuladas que las anteriores), Brown Ales (como la de Otro Mundo), Porter y sus parientes irlandesas Stouts (con Guinness como principal exponente… disculpen pero el estilo de ésta nada tiene que ver con la Quilmes Stout), cervezas de trigo (Paulaner, Patagonia Weissbier), belgas de abadía (Duvel, Chimay, La Trappe) o Barley Wines.
En fin… ¿Ya ven, no? El panorama es mucho más amplio de lo que podríamos pensar. Así que cuando pasen por la góndola del súper los invito a fijarse con qué se encuentran, y que se animen a salir de lo tradicional. Pueden estar seguros de que van a descubrir cosas muy interesantes.