Y miren que lo esquivé, eh?! Soy ciento por ciento torpe para el servicio, no comulgo con el decantador y cuando me acerco a la mesa hablo bastante más de lo que debería. Pero finalmente cedí, y acá me ven: acabo de inaugurar Pampa Roja, mi primer restaurante.
Eeeeeeeeesa, vieron qué notición, ¿no?
Pampa Roja es un lugar especial. Un espacio que pensamos con Flor desde siempre porque, ustedes saben, nos gusta demasiado esto de comer.
Comer y beber. Por acá, de vacaciones, en casa de amigos.
Cambiamos un itinerario para hacer una reserva en ese restaurante especial. Ese mercadito perdido, los hallazgos del barrio chino, el detalle del cristal de sal en el chocolate.
Todo eso tenía que llegar a buen puerto. O a algún puerto, al menos.
Y entonces encontramos una casa antiquísima en el centro de Santa Rosa. ¿La Pampa? ¿Por qué La Pampa? Porque estratégicamente es enorme: turismo internacional en busca de cotos de caza, el punto de descanso del argentino en su camino a la Patagonia y un mercado local con tremendo potencial.
Entonces encontramos esa casa antiquísima. Y entonces Don Braga se internó meses y meses para darle rienda suelta a su faceta de arquitecto, dándolo todo vuelta, manteniendo una fachada de más de cien añadas pero recreando adentro un mundo nuevo. Una cava a temperatura controlada en el medio del salón, del piso al techo albergando más de 600 botellas. De tintos nomás. Y todo encriptado en una carta con 150 referencias de todo el mundo, a precios de vinoteca para darte gustos justos. Desde el Etchart Privado hasta el de treinta mil y pico. Todos los que me gustan.
Una cocina internacional que busca capturar la esencia de las pampas: el piquillín, los cardos, el chorizo seco. Un menú fijo por pasos pensado en cada rinconcito hasta el mes que viene, cuando volvemos a crear.
La familia también. Mi vieja tras el detalle, las cervezas de Nuevo Origen refrescando las noches agobiantes de La Pampa.
Y el detalle.
La alucinación por cada cosita que marca la diferencia, que hace que esa experiencia sea única. Así como lo vimos en Dinner, en Osteria Francescana, en La Pérgola, en Petrus. Y así como lo creamos con Flor, para convertir a Pampa Roja en una referencia de la cocina nacional.
Una referencia de la cocina nacional.
El desafío es grande, ¿no? Pero a quién le importa, lo más lindo es el camino.
33 respuestas
Te felicito neneeee!!!! es lo que soñé toda la vida, mas en ese hermoso lugar al que voy a cazar siempre con mi hijo, SANA ENVIDIA!!!! y que tengas toda la suerte y éxitos que te mereces, cuando pasemos para esquiar el año que viene con la familia o en la brama con mi hijo te vamos a visitar, mientras tanto seguimos por la segunda unidad del curso que nos mandaste, medio lento la cosa jajajaja
Abrazo grandeeeeeeeeeeeeeee
Qué grande Daniel!!! Te estaremos esperando por Pampa Roja entonces!!!
Vamos chicos!!! Muchas felicidades y mucha merd!
Gracias Luciano!
Existoosss!!! espero poder disfrutar de ese hermoso lugar, en algun momento!!! Salud!!!
Te estaremos esperando!!!
Muchísimas Felicidades, seguro q será un gran éxito, desde Tarija, un fuerte abrazo, ya esta agendado para el 2015 llegar ahí!!!! obvio con un vino que te llevo desde aquí.
Gracias Sergio!!! Te estaremos esperando, claro que sí!!! Voy sacando las copas para algún tinto de altura!
Desde el Perú, donde apreciamos mucho la buena gastronomía, te deseo el mayor de los éxitos y espero visitarte pronto!.
Soy tu seguidora porque me encantan los buenos y maravillosos vinos y por supuesto me encanta comer rico.
Gran abrazo!
Carmen
Muchas gracias Carmen!!! Qué lindo sería que pudieras visitarnos… si se trata de buenos vinos y linda cocina, la vas a pasar muy bien en Pampa Roja!
Todo el éxito en este proyecto!! Espero pronto viajar para allá y poder visitarlo.
Ojalá que sí, Mariana!!! Muuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias!