Luego de un capítulo dominado por vinos y cervezas del mundo, esta vez nos calzamos la celeste y blanca. Un clásico asado y todo eso que identifica a los argentinos: consumo histórico, tendencias y etiquetas con acento local.
En el capítulo anterior de El Juicio Final sacamos el pasaporte para dar una vuelta al mundo por las industrias del vino y de la cerveza desde Uruguay hasta República Checa. Pero ahora es tiempo de mirar para adentro.
Esta vez nos calzamos la celeste y blanca y, de la mano de un clásico asado argentino, buceamos en esas características que tanto identifican a los argentinos y su relación íntima con la cerveza y con el vino. Hablamos de consumo histórico, de tendencias en materia comercial y de esas etiquetas inconfundibles con acento local.
Descorchamos un Colón Cabernet Sauvignon y una Imperial Scotch Ale, dos marcas enraizadas en los terruños y en la mesa de todos los argentinos y, con ellos en la mano, vimos la excusa para hablar de las damajuanas, los vinos en tetra brik, el consumo creciente de cerveza y la manera en la que la cervecería argentina es vista desde el extranjero.
Un capítulo nacionalista con el que intentamos retratar la esencia de la argentinidad y su vínculo con los vinos y con las cervezas. Y, además, lo intercalamos con fuegos, carne y chimichurri.
El Juicio Final está para chuparse los dedos y entregarse al disfrute.