Un paseo geográfico por media docena de las regiones productoras de vinos rosados más famosas del mundo. Desde Navarra hasta Champagne, pasando por California y la Argentina, acá les cuento qué esperar de cada estilo, de cada cepa y cada copa.
Provenza
Posiblemente el número uno cuando pensamos en vinos rosados del mundo. Los rosados representan más de la mitad de la producción total de vinos en esta hermosísima región del sureste francés. Con varios proyectos orgánicos y biodinámicos diseminados en sus diferentes AOC, las uvas estrella son la Mourvèdre, Garnacha, Cinsault, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Tavel
La AOC Tavel es sinónimo de rosé. Solo rosé, porque en este rincón del Valle del Ródano no hay otro estilo posible. Son 902 hectáreas repletas de Garnacha, Cinsault, Bourboulenc, Clairette, Mourvèdre, Picpoul, Syrah, Cariñena y Calitor Noir en donde la técnica de cofermentación es la más elegida.
Champagne
Aunque menos de un 5% de la producción total de Champagne corresponde a sus versiones rosadas, lo cierto es que, cuando se elaboran, concentran todas las miradas. De las únicas tres cepas permitidas en la AOC, dos son tintas (Pinot Noir y Pinot Meunier), y muchas de las etiquetas consiguen su coloración gracias a la adición de vino tinto (a base de estas uvas rojas, claro) al espumoso blanco terminado.
Navarra
Durante años, Navarra fue reconocida internacionalmente gracias a sus intensos y alcohólicos rosados a base de Garnacha. Hoy, con una tradición demostrada y consolidada en el tiempo en materia de blancos y tintos, esta zona del norte de España ha ampliado su oferta de estilos, aunque manteniendo intacta la magia rosé.
California
Con la White Zinfandel como uva icónica de los rosados norteamericanos, la explosión del consumo de este estilo en los Estados Unidos llegó de la mano de un buen puñado de productores convencidos en elaborar etiquetas simples, con un poquitín de azúcar residual y ese color piel de cebolla que tanto invita al descorche.
Argentina
Con la Malbec como insignia, la enorme mayoría de los vinos rosados (obtenidos mediante maceraciones cortas) están elaborados en Mendoza con base en la uva emblemática del país. Hay pequeñas e interesantes excepciones que rescatan a la Syrah en San Juan o a los blends con mayoría de Merlot o Pinot Noir en la Patagonia.