Es el productor de vinos más antiguo de América, aunque puede sonar a novedad para muchos. Hoy quiero invitarte a recorrer Baja California, la cuna de los vinos y las bodegas más deslumbrantes de México.

Los vinos en Baja California, México, son todo un descubrimiento para mí, pero hay poco de novedad acá.

En 1531 los primeros cultivos de viñas se plantaron en los alrededores de la ciudad de México. Carlos V de España ordenó que todo navío con destino a la nueva España llevara viñas y olivos; así, en 1554 se inicia la elaboración de vinos en México, iniciándose la industria vitivinícola de la América continental.

A la península de Baja California, los misioneros franciscanos, jesuitas y dominicos llevaron sarmientos de vid. Gracias al clima mediterráneo y a su ubicación entre mar y desierto, la parte norte se convirtió en una importante productora de vino. Tiempo después se establecó en Ensenada un grupo de inmigrantes rusos que reactivaron la industria vinícola, comprando cientos de hectáreas. La llegada de empresas como Formex-Ibarra, Pedro Domeq y L.A. Cetto fortalecieron la producción vinícola en la zona, que fue creciendo hasta el día de hoy. En la región existen actualmente unas 100 bodegas que representan cerca del 90% de la producción nacional total.

Hace un tiempito conversamos con Hans Backhoff en el podcast, así que acá te comparto nuestra charla, llena de data jugosa sobre la región, uvas, tendencias y la actualidad del vino mexicano.

Respecto a las uvas, el recorrido incluye interesantísimos exponentes de Chenin Blanc, Colombard, Sauvignon Blanc y Chardonnay, entre las blancas, y Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Zinfandel, Malbec y Barbera entre las tintas.

El enoturismo, enorme motor

El turismo enológico en Baja California ha crecido a niveles asombrosos últimamente, con muchas bodegas que han montado experiencias magníficas, con restaurantes de primer nivel y hotelería de lujo.

De hecho, del total de los turistas de la ciudad de Ensenada (cabecera de la región), un 70% proviene del extranjero, principalmente del estado de California, en los Estados Unidos. Y la industria es efectivamente potente: se estima que la Ruta del Vino recibe anualmente a más de 160.000 personas y el impacto económico que genera se estima que supera los 13.000 millones de dólares.