vino-desalcoholizado

Vino desalcoholizado: ¿cómo se hace?

El vino desalcoholizado está ganando terreno entre los jóvenes, quienes apuestan por un consumo consciente y saludable. Descubre cómo se logra mantener el sabor y la calidad sin el contenido de alcohol. Conocé el proceso en esta nota

El  vino desalcoholizado y de bajo contenido en alcohol está revolucionando la industria vinícola. Este cambio no solo responde a una preferencia creciente por estilos de vida más saludables, sino también a un interés por diversificar las opciones para los consumidores. Pero, ¿cómo se logra que un vino mantenga su esencia sin el alcohol? Aquí te contamos cómo la ciencia y la innovación se combinan para crear estas opciones.

 

Proceso de elaboración del vino desalcoholizado

El proceso de desalcoholización empieza igual que cualquier vino convencional. Las uvas fermentan, transformando los azúcares en alcohol y desarrollando los sabores y aromas característicos. Sin embargo, en una etapa posterior, se utiliza tecnología especializada para reducir el contenido de alcohol a niveles mínimos (menos de 0.5%).

 

Métodos más utilizados para quitar el alcohol

La tecnología detrás de la desalcoholización varía, pero siempre busca preservar la esencia del vino. Algunos de los métodos más empleados incluyen:

  • Ósmosis inversa: una membrana separa el alcohol del resto de los componentes del vino.
  • Cono rotatorio: utiliza centrifugación y calor controlado para retirar el alcohol mientras conserva los aromas.
  • Destilación al vacío: reduce el punto de ebullición del alcohol para eliminarlo sin dañar las propiedades del vino.
  • Evaporación controlada: ideal para vinos jóvenes, aunque puede alterar ligeramente los perfiles sensoriales.

 

Beneficios de los vinos desalcoholizados y de bajo alcohol

Esta categoría no solo responde a una tendencia de mercado, sino que aporta beneficios tanto para consumidores como para vinotecas:

Consumo consciente: ofrecen alternativas para quienes desean evitar o reducir el alcohol.
Opción inclusiva: perfectos para eventos en los que participan personas que no consumen alcohol.
Diversificación del catálogo: permiten a vinotecas atender un segmento de mercado creciente.
Compatibilidad con estilos de vida saludables: ideales para quienes priorizan el bienestar sin renunciar al placer.

El éxito de los vinos desalcoholizados no radica solo en las preferencias actuales de los consumidores, sino también en la capacidad de la industria para innovar manteniendo su esencia. Como dueño de una vinoteca, incorporar estas opciones puede ser una estrategia clave para atraer nuevas audiencias y adaptarse a un mercado en constante evolución.

Para saber más leé «Vinos sin alcohol ¿una apuesta a futuro?«.

 

En el podcast se ha hablado del vino no low como una oportunidad para despertar la creatividad en el trabajo del sommelier, aquí el episodio en cuestión:

¡Comparte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Seguime en Instagram

|
Foto de portada redes

Mariano Braga

Recibí nuestra newsletter El boletín serial

Otras notas, artículos y curiosidades del vino que pueden interesarte