Tipos de botellas de vino

Tipos de botellas de vino

Vamos a explorarlo juntos. Los tipos de botellas de vino, sus dimensiones más allá de los 750 centímetros cúbicos y todo el mundo de los botellones (con varios asuntos de los que seguro nunca escuchaste hablar).

¿Cuántos tipos de botellas de vino hay? ¿Cómo es eso de que, cuanto más grande el botellón, mejor será su evolución? Esto es algo cierto: cuánto mejore un vino con los años no solo depende de la complejidad del vino en sí, sino también de las dimensiones de las botellas que lo contengan.

Hoy, entonces, ya no es extraño encontrar en el supermercado (y, sin dudas, en tiendas de vinos físicas y online, en donde es moneda corriente) presentaciones de un litro, un litro y medio o tres litros.

 

¿Qué tipo de botellas son las más comunes?

Sin dudas la de 750 centímetros cúbicos sigue dominando el mercado, pero a partir de allí entran en juego presentaciones de mayor capacidad: 1,5, 3, 4,5, 6, 9, 12, 15, 18, 20, 25, 27 y hasta 30 litros.

 

¿Cómo se llaman las botellas de vino por su tamaño?

Nombres bíblicos sin dudas, pero también hay particularidades de acuerdo a la región. En Champagne, por ejemplo, una botella de 3 litros se conoce como Jeroboam, mientras que en Burdeos, el mismo nombre se atribuye a un formato de 4,5 litros… asunto que genera bastante confusión.

De cualquier forma, esta infografía de BRAGA Academia puede sernos muy útil:

Infografía. Botellas de vino

 

¿Qué tipos de botellas de vino son mejores?

Ésta es una buena pregunta. No es que haya unas mejores que otras, pero sí es cierto que en regiones como Borgoña, Burdeos, Champagne, Oporto e incluso en los grandes vinos del mundo que se conciben para añejarse décadas, las botellas de 3 litros y más son opciones siempre presentes. Estos botellones, asociados a grandes añadas, se convierten en inversiones importantes para quienes compran con el objetivo de aumentar el valor de sus colecciones privadas.

 

3 cosas lindas del botellón

  1. La experiencia del descorche, sin dudas. Para muchos de los bebedores seriales (donde yo claramente me incluyo), el botellón siempre me conquista más que la botella tradicional.
  2. La evolución, claro. Más volumen de vino en comparación con ese pedacito de corcho en donde se da la pequeña microoxigenación. Esa relación hace que el vino se despliegue más lentamente y, en vinos que valen la pena guardarse, entonces va a estar muy bien. Pero cabría la pregunta ¿qué pasa con las botellas tapadas con otros sistemas? La respuesta parece esquivarnos a todos, y las excusas como la falta de estudios sobre tapas a rosca de hace 10 años no son convincentes… la verdad, no lo sé, pero nadie a sabido responderme esto tampoco. Aunque el método de cierre influye en la evolución del vino, es innegable que el vino evoluciona y cambia independientemente del tapón.
  3. La variación de temperatura es un factor a considerar. Un mayor contenido de vino significa cambios más paulatinos ante las fluctuaciones térmicas. Es una sutil diferencia, sí, pero clave en una guarda de décadas, por ejemplo.
  4. A nivel inversión, sin dudas. Un gran botellón en vinos icono, se valorizará más que las botellas estándar.

 

4 cosas feas del botellón

  1. Sí, porque no todo es grandiosidad. El peso y el transporte son desafíos, claro.
  2. Además, abrir una botella de 30 litros de Champagne puede convertirse en el epicentro de una fiesta, pero rara vez es adecuada para un aniversario más íntimo. Así que esto va a condicionar muchísimo la situación de consumo y el servicio, claro.
  3. El precio. Es decir, una botella magnum puede ser más costosa que dos botellas estándar… esto es por la complejidad en la producción y también por la cotización asociada tanto en términos de venta como de inversión.
  4. La conservación una vez abierta la botella es otro factor clave. Con tapones más grandes y la falta de espacio en la nevera/heladera, en general una vez que se abren estas botellas, deben consumirse en el momento.

 

En resumen, la elección del tamaño de la botella de vino no solo afecta la experiencia de beber, sino que también impacta en su vida útil. Ya sea una magnum para una celebración íntima o un Jeroboam para una fiesta espectacular, si andas con ganas de comprar alguna, yo cumplo años el 25 de octubre.

 

 

¿Te gustaría saber más del tema? En este episodio de MeLoDijoBraga El Podcast hablamos de botellas, botellitas y botellones.

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