Cervezas de miel

Mitos y verdades de las cervezas de miel

Son de las más ‘vendibles’ que podamos imaginarnos, y todo es gracias a un errado concepto. Ni dulces, ni melosas, acá les contamos la posta sobre las cervezas de miel.
Por Marcelo Braga, propietario de Nuevo Origen Microcervecería

Hace un tiempo, sentado en la barra de un pub barilochense, miraba cómo el barman no paraba de servir pintas repletas de cerveza con miel, sobre todo preferidas por meses de chicas.

Miren, si hay algo que tiene una cerveza con miel es que es súper vendible. Tal vez porque el consumidor las asocia con un concepto que, en este caso, no puede estar más lejos de la realidad: el dulzor. ¿O me van a decir que nunca escucharon la frase: ‘a mí no me gustan las cervezas amargas’?

Vamos desde el principio: las cervezas con miel eran ya muy consumidas desde hace añares. En recetas del antiguo Egipto y en Sumeria, la miel formaba parte principal de la cerveza.

La miel es el único alimento natural no perecedero, y esto se debe a que tiene aproximadamente un 95% de azúcar: un medio demasiado complicado para que algún bicho se anime a vivir. Y es justamente esto, la cantidad de azúcar, lo que paradójicamente hace que la miel no transforme a una cerveza en dulce.

 

Me explico

Cuando el cervecero agrega miel al mosto (durante el hervor) o a la cerveza terminada (en la maduración), todos los azúcares presentes en la miel (fructosa y glucosa, principalmente) se transforman en alcohol y no dejan (o dejan muy pocos) sabores y aromas típicos de la miel, ya que los escasos compuestos aromáticos generados se evaporan durante la fermentación.

Lamentablemente, para el cervecero es muy difícil cumplir con las expectativas que tiene el consumidor a la hora de pedir una honey beer, ya que estas cervezas son normalmente livianas de cuerpo, con finales secos y algo alcohólicas. Bastante diferente a lo dulce y aromático que podríamos suponer.

Eso sí: existen algunas maltas que pueden dejar perfiles parecidos a la miel y así disfrazar un poco a nuestra cerveza. De hecho, hay algunos exponentes que casi lo logran, aunque es imposible llegar a los resultados soñados.

Igualmente les cuento que no me voy a cansar de seguir probando… ¡no vaya a ser que alguien descubra el secreto y yo me lo pierda!

 

Un par de honey beers para disfrutar en Argentina (y ver cuán equivocado o cuán en lo cierto estoy) son la Buller Honey Beer y la Antares Honey… las dos valen mucho la pena.

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