La Cabernet Franc es la variedad de moda, esa que está en boca de todos aunque, entre nos, no sé muy bien el porqué. Ojalá después de leer este primer informe de mis5 podamos entender la razón de su explosión en Argentina.
Hoy la Cabernet Franc de Argentina está en boca de todos.
No sé bien por qué, porque, entre nos, siempre fue la hermana pobre de la Cabernet Sauvignon. A ella le dio vida (la Cabernet Sauvignon surgió del entrecruzamiento del Franc y la blanquísima Sauvignon Blanc, les cuento), pero en ese mismo parto dejó algo perdido. Nunca nadie posó definitivamente los ojos sobre ella; incluso en el Loire francés o entre hileras en Burdeos… la Cabernet Franc nunca fue estrella.
Pocas veces solita y en ocasiones colgada del Malbec, hoy se la ha vuelto a valorar en Argentina. Está de moda y, después de leer este primer informe de mis5, ojalá podamos entre todos entender la razón de su explosión. Explosión. Sí, esa es una linda palabra para sintetizar lo que me despierta en nariz esta variedad cuando se la traduce en un vino.
Vamos a los bifes; éstos son mis5 Cabernet Franc fetiches de Argentina.
Angélica Zapata Cabernet Franc Alta
Pionerísimo, ésta es una de las versiones más interesantes de toda la cata. Algo más mineral que el resto y, por qué no, un tantito más austero y domado por el paso de los años (hoy la cosecha que está en el mercado es la 2009); la mano aguda de Vigil le da protagonismo a la uva mientras que la madera solita acompaña por detrás. También atrás, asomada, aparece una nota fresca a menta que le da juventud y subraya la acidez para beberlo con ganas, copa tras copa.
Para mis5 caté la cosecha >> 2009.
Precio en Argentina (2013) >> 202 pesos (28 dólares).
Viene de >> Gualtallary en parte (de la finca Nicasia, de la que también llega el Nicasia Vineyards Cabernet Franc) y otro poco del viñedo La Pirámide que la familia Catena tiene en Agrelo. Todo en Mendoza, claro.
Algunos datos técnicos para quien le guste >> Tuvo una maceración pelicular de 30 días y alcanza un valor total de alcohol del 14%. ¿Info bien técnica? Acidez total de 5,60 gramos por litro y un pH de 3,70. El vino se crió durante 18 meses en barricas de roble francés 50% nuevas y, les aseguro, está hermosamente integrado.
Finca La Escondida Cabernet Franc Roble
38 pesos. Sí, lamentablemente es de los poquitísimos nuevos que se animan a democratizar la variedad y acercarla a valores que nos son más familiares a todos. Va al grano con desparpajo, con la madera muy marcada. Mucho humo, mucho caramelo quemado. Es efectivo, y una pieza clave para entender que el Cabernet Franc no debe ser exclusividad de la alta gama. Si te asustaste con el precio de los otros, haceme caso y buscá éste en el súper.
Para mis5 caté la cosecha >> 2011.
Precio en Argentina (2013) >> 38 pesos (5 dólares).
Viene de >> Vaya uno a saber dónde, porque el dato se hace difícil de conseguir. Probablemente sea Mendoza, pero sinceramente no lo sé.
Algunos datos técnicos para quien le guste >> 13,5% de alcohol, el nivel más bajo de toda la cata, cuestión que se agradece porque, así, uno puede beber un poquitín más sin que las encías digan basta.
Nicasia Vineyards Red Blend Cabernet Franc
Uno de mis más lindos descubrimientos del año, que suma al juego del Franc una partecita de Merlot y otra de Petit Verdot aunque, entre nosotros, la impronta negra de la estrella de hoy de mis5 sobresale. Hay una nariz cerrada, cargada de fruta, y una boca voluminosa que tiene de todo: acidez, potencia alcohólica, rugosidad exacta. Uno de los últimos lanzamientos de Catena Zapata que, como siempre, no defrauda.
Para mis5 caté la cosecha >> 2011.
Precio en Argentina (2013) >> 82 pesos (11 dólares).
Viene de >> El viñedo Nicasia (claro, sé que es una obviedad), en Altamira, San Carlos, Valle de Uco mendocino, escalando los 1.200 metros de altura.
Algunos datos técnicos para quien le guste >> 90% Cabernet Franc, 7% Merlot y 3% Petit Verdot, añejado durante 12 meses en roble francés, 30% nuevo. 18 días de maceración pelicular (sí, sí, el color es bien intenso), fermentación maloláctica completa y 13,6° de alcohol.
Riglos Gran Cabernet Franc
Riglos es una bodega que me inspira. Sus vinos, todos, son sencillamente impecables. Y cuando lanzaron el Cabernet Franc, admito, ya lo quise de antemano. El problema con eso es que la valla se pone alta… pero cuando el vino cachetea esas expectativas, las supera y se te ríe en la cara, entonces está todo dicho. Un acierto: fresco, frutillas, coco, mermelada, anís, caramelo… y así puedo seguir. Pruébenlo. Es caro, ya lo sé, pero merece el esfuerzo.
Para mis5 caté la cosecha >> 2011.
Precio en Argentina (2013) >> 195 pesos (27 dólares).
Viene de >> Gualtallary, Tupungato, Alto Valle de Uco. Justo ahí en donde el Cabernet Franc está viendo germinar su justo renacer.
Algunos datos técnicos para quien le guste >> Cosechadas sus uvas el martes 26 de abril de 2011 y puesto el vino en botella a principios de 2013, se produjeron únicamente 6.073 botellas de este varietal ciento por ciento criado durante 22 meses en barricas de roble francés de primer uso.
Zaha Cabernet Franc
Algo remolón al principio pero… qué decirles, al ratito explotan las violetas, el humo, la cosa negra y difícil de interpretar en un Franc, casi animal por lo exótico pero tan arrollador que obliga a meter nariz una y otra vez. Ahí, en esa seducción empieza a aflorar algo de grafito (ese olor que me lleva directo a los lápices rotos de mi primaria en Carlos Casares) y un poquitín de fósforo que, dicen, delata a viva voz al Valle de Uco.
Para mis5 caté la cosecha >> 2011.
Precio en Argentina (2013) >> 240 pesos (35 dólares).
Viene de >> Altamira, zona de desierto, cielos y Andes en el Valle de Uco mendocino.
Algunos datos técnicos para quien le guste >> El 100% del vino fue criado durante 12 meses en barricas de roble francés, 20% nuevas (vean que es una clara tendencia: cada vez menos roble, más fruta). Tiene 14% de alcohol y el gran Alejandro Sejanovich, enólogo de la casa, produjo unas escasas 12.346 botellas de esta genialidad vínica.
En mayo de 2011 escribí La culpa es del Franc, y no solo nada cambió desde allí sino que la tendencia fue en aumento. Ya a fines del 2012 armé un reporte para la revista peruana Sommelier sobre el tema, y hoy vuelvo a convencerme de lo que dije en aquellos momentos. Me gusta la Cabernet Franc. Y me gusta mucho. Pero lo mejor es que a quien se la recomiendo también le gusta. Tiene la potencia de un Cabernet, pero la nariz atractiva del Malbec y la retuerce un poco más. Es lo nuevo, y eso le aporta una dosis extra de fascinación a quien lo descubre por primera vez.
¿Hacen la prueba? Descorchen hoy uno, después me cuentan.