En no tantos años, estos electrodomésticos nos acercaron la posibilidad de crear el ambiente perfecto para nuestros vinos, más fácil que nunca. Pero hay algunos puntos importantísimos que tenemos que saber antes de comprar una cava de vinos… y acá te los cuento a todos.
Todos los bebedores seriales sabemos lo importante que es almacenar nuestros vinos correctamente. Hemos hablado mil veces de la necesidad de protegerlo de cambios bruscos de temperatura y del tema de la luz y la humedad. Perfecto, porque es ahí en donde entra en juego la cava de vinos.
Cava de vinos. ¿Qué es y para qué sirve?
Una cava climatizada es un sistema de almacenamiento diseñado específicamente para mantener una temperatura y humedad constantes, protegiendo así a los vinos de las condiciones ambientales adversas. Pero, ¿cómo funciona exactamente?
En primer lugar, es clave entender la importancia de la temperatura en la conservación del vino, porque es una bebida bastante delicada (te diría que es bastante más delicada de lo que pensamos) y que puede alterarse fácilmente con el calor, la luz y la humedad excesiva o insuficiente. La temperatura ideal de almacenamiento para el vino está entre los 11 y 18 grados, y esto en una cava es muy fácil de definir.
Dicho sea de paso, si te gustaría meterte de lleno y en profundidad en el tema de la guarda de vinos, te recomiendo que les des un vistazo a dos de los cursos que tenemos en BRAGA Academia, porque tanto Sin contracturas como Sí, sommelier! abordan este tema desde distintos ángulos… y son una bomba.
¿A qué temperatura pongo mi cava climatizada?
A 14 grados sería lo ideal. Eso jura uno de los #MeLoDijoBraga. 14 grados es el punto óptimo para asegurarnos una evolución correcta del vino… más calor, el proceso se aceleraría demasiado, y más frío, se ralentizaría más de lo que quisiéramos.
Y la constancia es la clave de todo. Estos electrodomésticos están diseñados para mantener temperatura y humedad constantes, creando un ambiente óptimo para el almacenamiento del vino por largos periodos. En su interior, cuenta con un sistema de refrigeración que mantiene la temperatura controlada, mientras que el aislamiento térmico evita que la temperatura del exterior afecte el interior. Además, la mayoría de las cavas climatizadas cuentan con un sistema de humedad controlada para evitar la sequedad del corcho.
No todas las cavas de vino son iguales
Existen diferentes tipos en el mercado, cada una con sus características y especificaciones técnicas. Por ejemplo, las cavas de compresor son las más comunes y ofrecen una excelente capacidad de enfriamiento, mientras que las cavas termoeléctricas son más silenciosas y eficientes en términos energéticos. También existen cavas con diferentes tamaños, desde pequeñas unidades que pueden almacenar una cantidad limitada de botellas hasta grandes cavas para almacenar colecciones extensas de vino.
Cavas de 6 o 12 botellas… ¿valen la pena?
Al elegir una cava climatizada, es importante tener en cuenta las características específicas de tus necesidades de almacenamiento. ¿Cuánto vino planeas guardar? ¿Dónde planeas ubicarla? ¿Qué tipo de enfriamiento necesitás (esto suele estar muy condicionado por el lugar del mundo en el que vivas, y la temperatura que haga allí)? Todas estas preguntas pueden ayudarte a elegir la cava adecuada aunque, también tengo que decírtelo, en mi experiencia personal (y teniendo varios estilos de ellas), todas suelen tener un desempeño bueno y similar.
En este episodio del podcast te conté 5 asuntos clave sobre las cavas climatizadas, y me encantaría que lo escucharas (porque de verdad vale la pena).
En resumen, una cava climatizada es una herramienta espectacular para los bebedores seriales que quieran proteger su colección de vinos de forma efectiva. Además de mantener la temperatura y la humedad adecuadas, también protege el vino de la luz y de alguna manera nos acercan a ese sótano con el que todos soñamos tener alguna vez… así que si tenés ahí en mente dando vueltas la idea de comprar una, ¡ni lo dudes!