Una suerte de fiesta con amigos en donde el vino juega el rol principal. En esta nota te cuento un montón de consejos para saber cómo armar una cata de vinos en casa, qué elegir, a quiénes invitar y varios detalles para que sea un éxito.
El primer paso para armar una cata de vinos en casa es definir qué temática llevar adelante, y no es un tema menor. Hay que elegir un hilo conductor, una idea central. Yo te cuento algunas opciones:
– Cata vertical. Mismo vino, distintas añadas. Si no son coleccionistas, hay que escribir un email a la bodega preguntándoles si pueden hacerles una venta privada de esa etiqueta.
– Vinos de una región. “Todos tintos de Rioja”, “todos chardonnay de Patagonia”, “todos Pinot californianos”. Eso sirve.
– Bring your own wine (BYOW). O, básicamente, “traé tu propio vino”. Ésta es de las temáticas que más me gusta: cada cual elige una etiqueta que le resulte especial y el anfitrión es el único que sabe las etiquetas de cada invitado. Las ordena y, en una cata a ciegas, los ponemos a competir.
– Varietal. Bueno, sí, es la temática que se cae de maduro. Todos llevamos un vino de una variedad de uva en particular, tan fácil como eso.
¿Cantidad de asistentes? Lo ideal es entre 10 y 15, que no necesariamente sean expertos (de hecho, cuanto más plural, mejor). A más personas, se pierde un poco el ida y vuelta y, además, pensemos que en general tenemos una única botella de cada vino, así que hasta 15 nos podemos estirar. Si somos 4, también está bien.
¿Catar a ciegas o no?
La cata podés hacerla a ciegas o de forma tradicional y, en cada caso, hay algunos tips importantes para pensar.
Las catas a ciegas buscan que probemos el vino sin estar al tanto de su marca, la variedad de uva, su región de procedencia, añada o precio. El objetivo es que los asistentes sean lo más objetivos posible, y que el conocimiento previo no interfiera en las opiniones. Para ocultar los datos de las botellas se pueden comprar algunas bolsas negras de tela o, la otra alternativa, es directamente envolverlas con papel de periódico. Es fundamental tapar la botella entera, porque el color del vidrio, el formato de la botella o el diseño de la etiqueta apenas asomándose puede hacer que alguno de los asistentes identifique de qué vino se trata (en la temática BYOW, por ejemplo, esto es clave).
Si, en cambio, la cata se realiza de forma tradicional, viendo de qué se trata, una buena idea es imprimir una ficha técnica de cada vino, ingresando a las páginas web de las bodegas o buscando en internet.
En cualquiera de los casos, es bueno armar fichas de cata, donde cada asistente pueda escribir sus sensaciones, y tener un tasting mat, como el que podés descargarte gratis acá.
Los vinos
Para mí, lo más atractivo de la planificación de una wine tasting party (éste es su nombre “formal”, si se quiere) es definir qué vinos incluir y por qué. Te dije al principio que seguir una temática es lo mejor, no solamente porque nos regala una buena excusa para aprender, sino que, además, todos los asistentes saben frente a qué se van a enfrentar.
En este sentido, un punto importante es que siempre se recomienda elegir vinos que tengan cierta coherencia a nivel costo, ya que es difícil poder juzgar objetivamente dos botellas cuyos precios sean muy distintos.
Más consejos
1. Tener varias copas iguales, por favor. ¡Las copas hacen la diferencia, ya lo sabes!
2. La temperatura es esencial. Si cada invitado lleva el vino a último momento, por favor que lo lleven a buena temperatura. Y que el anfitrión haga espacio en la heladera (o en su cava) de antemano, para no andar a las apuradas a último momento.
3. Tasting mats o individuales. Nosotros, en nuestro Taller virtual de cata de vinos tenemos uno descargable que es una hermosura y, solo porque te quiero, te lo regalo en este link.
4. Un mantel blanco o servilletas blancas. Pensá que para la fase visual, la superficie blanca es elemental.
5. Tengan suficiente agua fresca para neutralizar el paladar. Agua y hielo, ésa es la regla número uno de cualquier anfitrión según uno de mis #MeLoDijoBraga favoritos.
6. ¿Pan, quesos? Mi recomendación es que no pongas nada (con excepción de alguna galletita, si querés) durante la cata. Una vez que la terminamos, ahí sí que venga toda la comida junta. Pero para no sacar el foco de la degustación, lo mejor es no poner nada.
7. Solo si tenés ganas de hacerle un upgrade a la cata, es lindo a veces invitar a algún sommelier que acompañe. Que nos guíe, que nos dé algunos tips útiles. Pagando, obvio, que la humanidad no vive de bondad únicamente.
La clave última para una cata de vinos en casa es la más importante: tienen que ser divertidas. Si nos ponemos técnicos e intimidantes no sirve. En general, en esos grupos hay de todo: algunos más “expertos” que otros y, siempre, el juego está en la diversión y el disfrute. Si ven que alguno se va a lo técnico, me avisan y yo lo alecciono.
¿Lo vas a poner en práctica? ¡Quiero que me cuentes en los comentarios!
2 comentarios
Me interesa aprender todo lo que tenga que ver con el vino
¡Bienvenida entonces Irina!