Mi nombre es Mariano Braga y, aunque parezca mentira, jamás en mi vida había probado una copa de vino cuando todo esto empezó.
Era 2005, estaba estudiando en Buenos Aires, Argentina, y de pronto se me cruzó una idea que parecía rara: arrancar una carrera de sommelier. En mi casa, el vino ni figuraba. Pero algo me llamó.
Mis papás solían llevarnos de viaje por el mundo a mi hermano y a mí, y yo escuchaba enloquecido a quienes hablaban de vino con confianza y pasión: mezclaban historia, cultura, hospitalidad. Los admiraba.
Así que me anoté. Sin saber que estaba empezando el camino que iba a cambiarlo todo.
Desde entonces, hice del vino no solo mi pasión, sino mi proyecto de vida.
Me especialicé en comunicarlo, enseñarlo y sobre todo en ayudar a otras personas a hacer lo mismo: vivir del vino, de forma real, concreta, sin recetas mágicas.
Fui propietario de uno de los restaurantes más premiados de Argentina, armé una de las cartas de bebidas más reconocidas de la región, escribí en medios de toda América y Europa y formé a miles de personas que, como yo, querían que el vino no fuera solo un hobby.
Así nació BRAGA Academia: una plataforma desde la que acompañamos a cientos de personas a transformar su amor por el vino en un negocio
Hoy trabajo con profesionales y empresas de habla hispana en más de 30 países, brindando formación, mentoría y comunidad.
Y todo eso —sí, todo eso— empezó con una simple búsqueda en Google.
Soy papá de Mateo, Felipe y Lola. También profesor, sommelier, empresario, speaker y viajero.
Pero si tuviera que resumirme en una frase, sería esta: beber, disfrutar y contarlo.