El vino nacional es materia de debate alrededor del mundo? ¿Pero qué se dice exactamente de nosotros? El Malbec, Mendoza y el enorme potencial son los tres denominadores comunes de Argentina y su vitivinicultura.

Apenas un par de años atrás, Bodegas de Argentina realizó un estudio para analizar el posicionamiento del vino argentino en el mundo. El objetivo fue el de identificar cuál era nuestra posición competitiva y, fundamentalmente, qué opinaban los consumidores de nuestras etiquetas en San Pablo, New York o Copenhague. Los resultados fueron muy variables y sorprendentes porque pudieron verificar que era relativamente poco lo que se conocía de Argentina y sus vinos y que, de hecho, solamente los expertos identificaban a nuestro país como un productor de enorme potencial que aún no habíamos llegado a explotar totalmente.

Desde el 2007 a esta parte, muchas cosas han cambiado. Argentina ha hecho un enorme esfuerzo de comunicación en los principales mercados del Hemisferio Norte y Latinoamérica lo que se ha visto reflejado en una realidad que hace que, a pesar de la crisis mundial y el estado de incertidumbre que ella supone, los vinos nacionales parezcan estar en un oasis: el precio promedio de las exportaciones crece, incluso más que el de nuestro vecino más próximo, Chile y, como si fuera poco, mientras que el consumo interno de bebidas cae más del 20% en volumen, el vino es el único que crece. Por otra parte, las exportaciones continúan su tendencia ascendente llegando con nuestras etiquetas a casi 100 países, siendo los más importantes Estados Unidos, que concentra casi el 50% del total y luego, según orden de importancia, Canadá, Reino Unido, los Países Bajos y Brasil.

Obviamente que estos datos no llegan únicamente gracias a un buen trabajo fronteras adentro. Si hay algo que debemos reconocer es que la prensa mundial lleva sobre sus hombros mucha de la responsabilidad, habiendo alcanzado logros impensados que pusieron a nuestros vinos en la cima del mundo y, aunque aún hay muchísimo por hacer, algunas de bodegas argentinas son equiparadas con grandes productores íconos del mundo.

La opinión de la prensa

Los concursos y ferias internacionales de vinos son un gran negocio a nivel mundial. Más allá de su utilidad (o no), lo cierto es que muchas veces funcionan como un indicador de temperatura de cuál es el comportamiento general de los consumidores de vino. La realidad es que los principales mercados a donde se exportan nuestras etiquetas suelen seguir muy de cerca las críticas de la prensa especializada.

Leen revistas, compran libros, miran programas de televisión o siguen de cerca los resultados y las medallas de los concursos. Luego, compran. Por eso la tarea de influir en estos líderes de opinión es una de las claves fundamentales que permiten penetrar los mercados y, si somos respaldados por productos que no defraudan, tener éxito.

En los últimos meses, algunas de las revistas especializadas más influyentes del mundo del vino se han dedicado a hablar largamente de nosotros. Wine & Spirits Magazine, Wine Enthusiast y Revue du Vin de France son apenas tres de la larga lista de publicaciones que hablan, como una de ellas tituló, de la erupción del vino argentino. Nosotros, agradecidos.