Me encantan los balances, y ya entrado diciembre es un gran momento para repasar una a una las etiquetas más destacadas del año que se está por ir. De todo. Tendencias, clásicos consolidados y añadas que la rompieron. Después de un 2017 agitado, éstos son mis elegidos.
Fue un año para consolidar el camino de la creatividad, vaya que sí. Se jugó más que nunca con vinificaciones especiales y también incursionando en variedades de uva no tan tradicionales… sí, bueno, me admito un poco pesado con eso de lo raro, pero en este 2017 una de las grandes tendencias estuvo alojada ahí.
También el tema de los rosados, que cambiaron de la noche a la mañana en su estilo y, desde ese rojo intenso brillante, buscaron ir por el camino de la sutileza, inspirarse en los rosé del sur de Francia y elegir vestirse del color pálido de las cebollas. Y esos aromas tanto más delicados.
¿Precios? Acá también hubo un quiebre. En 2017 permanecieron un poco más estables, pero ya todos en franjas que compiten par a par con los mejores del mundo. Las cuatro cifras no son excepciones e, incluso, muchas etiquetas nuevas, sin tradición ni marcas afirmadas, se animaron a los $1000 y compañía. Y van a ver algunos de éstos también en el conteo.
Pero basta de cháchara y vamos a lo importante. Éstos son mis diez vinos elegidos del año.
Puesto #10
Altar Uco Edad Antigua En Flor
Altar Uco – Gualtallary y Villa Seca, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
Juampi Michelini anduvo desde siempre por ese camino de la creatividad que les contaba. No es nuevo en él, no. En 2017 hubo una camada chica (pero camada al fin) de vinos inspirados en los Jura (también parecido a los jereces finos, por qué no); el Volare en Flor de Per Se, el Pedrito de Finca Las Moras y éste, mi puesto 10 de los mejores del 2017, una belleza muy especial.
Sauvignon Blanc (90%), Chenin (10%) y un toque casi imperceptible de Chardonnay pero la clave, acá, está en su crianza: el vino se lleva a una barrica de roble llena hasta la mitad. Sobre el vino, entonces, comienza a formarse una capa de levaduras (la llamada “flor”) que consume parte del alcohol y la glicerina, transformando el vino en algo muy seco, con sabor a almendras y a las callecitas de Jerez de la Frontera.
De todo este conteo, el puesto #10 es el más raro. El más caro también. El más particular, indudablemente. Y un imperdible para entender el lado osado de la vitivinicultura 2017.
Precio sugerido en Argentina: 1900 pesos (111 dólares)
Puesto #9
The Owl And The Dust Devil 2014
Finca Decero – Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina
Una revelación. A ver, déjenme explicarme: nunca probé nada mediocre de Finca Decero, esto tengo que decirlo. Todos sus vinos, sin excepción, son memorablemente deliciosos. Pero éste de verdad me sorprendió mucho.
Malbec (43%), Cabernet Sauvignon (26%), Petit Verdot (23%) y Tannat (8%) que resulta en un vino súper balanceado pero arrollador, con el Cabernet y el Petit que le dan vuelo al Malbec, haciéndolo más rudo, un poco menos correcto, un tanto más inolvidable. Hay complejidad extrema, una nariz floral para oler por horas y, probablemente lo mejor, su boca contundente, refrescante y masticable.
Un vinazo, con todas las letras, y a un precio muy justo por todo, todo, todo, todo, todo lo que te entrega.
Precio sugerido en Argentina: 530 pesos (31 dólares)
Puesto #8
Pampa Mía Rosado De Cabernet Franc 2016
Bodega Del Desierto – 25 de Mayo, Alto Valle del Rio Colorado, La Pampa, Argentina
Me encanta el laburo del enólogo Seba Cavagnaro en Bodega Del Desierto, amigos. Sus Cabernet Franc ya son una ficha segura y, seguramente por esto, cuando decidieron lanzarse al rosado, lo hicieron de la mano de esta cepa.
Es un rosé a la vieja usanza argentina: color intenso y vinificación tradicional, con cero hormigón, cero levadura nativa y cero defensa de la acidez. A la vieja usanza, les dije. Y el resultado es efectivo porque la botella indefectiblemente termina vacía con el correr de los segundos… y ése es el mayor piropo que podemos hacerle a un vino.
Botella de medio litro, precio acertado, amplia distribución, terruño novedoso y contenido sin grandes aspiraciones ni vericuetos de producción. Un rico vino. Un muy rico vino.
Precio sugerido en Argentina: 240 pesos (14 dólares)
Puesto #7
Primogénito Sangre Azul Blend de Chardonnay 2016
Bodega Patritti – San Patricio del Chañar, Neuquén, Argentina
Si me siguen desde hace un tiempo, ver un Chardonnay dentro de mis vinos del año puede resultarles raro. Es que… digamos… no suele ser de mis uvas preferidas. Pero este muchacho realmente vale la excepción.
Es el perfil del Chardonnay en donde la madera pisa con fuerza, lo hace voluminoso, oleoso en el paladar y tropicalísimamente dulzón cuando le metés nariz. Uvas de diferentes cuadros, todas en Neuquén, cosechando en tres momentos distintos para encontrar frutas maduras, concentración, acidez, cítricos y demás. Y la madera, acá clave: barricas de segundo y tercer uso durante un año.
Es un blanco de alcurnia, de precio alto pero que me gusta también para reivindicar a San Patricio del Chañar y el potencial de la zona vitivinícola más pujante de la Patagonia.
Precio sugerido en Argentina: 570 pesos (34 dólares)
Puesto #6
Samchen Gran Reserva Merlot 2013
Cuvelier Los Andes – Tunuyán, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
Es un vino raro, casi fuera del circuito. La contraetiqueta habla portugués, la caja llega de a 12 botellas y, fronteras adentro, lo ves poco y nada. Pero el precio es genial, y que venga de la mano de Cuvelier Los Andes es una suerte de respaldo fenomenal: esta gente sabe lo que hace.
Merlot, con lo deliciosa que resulta la cepa. Y acá con un perfil jugoso, fácil de beber pero sin resignar un gramo de complejidad, a pesar de moverse en una franja híper competitiva en donde es cada vez más difícil toparse con lindos descubrimientos.
Un gran tinto, bueno, bonito y, lo mejor, amistoso con la billetera.
Precio sugerido en Argentina: 210 pesos (12 dólares)
Puesto #5
Polígonos Del Valle De Uco Verdejo 2016
Zuccardi Wines – San Pablo, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
De las tendencias más firmes del 2017: los blancos picando alto. Esta vez, Seba Zuccardi armó un Verdejo (raro para la Argentina, pero moneda corriente en tierras ibéricas) de San Pablo, Valle de Uco, sin madera y con puro hormigón. Es la primera añada y, aun así, alcanza un resultado mágico: un blanco de gran complejidad aromática, con notas a limón, tomillo y cedrón y, a la vez, ese toque ácido que lo hace tan accesible para beber. Alcohol bajo y un final delicioso que te deja con ganas de más.
Precio sugerido en Argentina: 500 pesos (29 dólares)
Puesto #4
Finca Suárez Chardonnay 2016
Finca Suárez – Paraje Altamira, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
El 2017 fue un año inolvidable para los blancos argentinos. No es casualidad que el conteo esté copado por ellos: como las grandes potencias vitivinícolas del mundo, los vinos claritos están empezando a pisar con mucha fuerza en el país. Este Finca Suárez Chardonnay 2016, de Paraje Altamira, fue uno de los descubrimientos más lindos de mi temporada. 11,2 de alcohol, levaduras indígenas, viñas de 25 años, algo de cemento, poco de madera y una fluidez y frescura maravillosas que reinterpretan una cepa que, durante mucho tiempo, se elaboró pesadota en el país y que ahora muestra su mejor cara.
Precio sugerido en Argentina: 260 pesos (15 dólares)
Puesto #3
Susana Balbo Signature Rosé 2017
Susana Balbo Wines – Chacayes y Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
¿Quién hubiera pensado, años atrás, que un rosado podía hacerse un lugar entre los más destacados del año? En este 2017 metí dos, y una belleza inaugurando el podio. Es que, hay que decirlo, el tema de los rosé fue la gran tendencia de la temporada: olvidarse de los intensos e ir por el camino de la sutileza y lo floral. Acá, Susana Balbo moldeó un mix de Malbec (60%) y Pinot Noir (40%) inspirado en los del sur de Francia, y ese color pálido que, ya desde el vamos, encanta. Animarse a un rosado en la tan alta gama (el precio no es un dato menor) es toda una experiencia, pero démosle la chance: creo que este 2017 nos llenó de razones para entender que, cuando invertimos en una gran etiqueta, hay mucho más que tintos en los que pensar.
Precio sugerido en Argentina: 710 pesos (42 dólares)
Puesto #2
Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2013
Bodega Aleanna – Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
Es un vino que casi no necesita presentación porque, se sabe, desde que se lanzó al mercado, hace no tantos años, no hizo más que cosechar elogios. En este 2017, su enólogo Alejandro Vigil presentó la cosecha 2013, dándole vida a lo que es, a mi entender, la mejor añada histórica de esta etiqueta. Un Cabernet Franc vinificado con 30% de racimo entero, barricas usadas, cinco momentos de cosecha distintos y capas y capas aromáticas que viajan desde los hongos hasta las violetas, el té y el dulce de membrillo. Hermoso. Un tinto voluptuoso, fresco, de alcohol muy equilibrado y condenado a vivir y mejorar por largos años.
Si el Gran Enemigo siempre fue una ficha segura, la versión 2013 lo catapulta definitivamente al estrellato de los mejores tintos de Argentina.
Precio sugerido en Argentina: 1200 pesos (71 dólares)
Puesto #1
Alma Negra Orange 2016
Ernesto Catena – Vista Flores, Valle de Uco, Mendoza, Argentina
Y finalmente llegó. El puesto #1 es, para mí, uno de esos vinos que reúne varias de las cuestiones que más me gustan del universo de los vinos. Es un vino naranja, de los que surgen cuando tomás una uva blanca y la vinificás como tinta: cosecha más tardía, algo de madera, temperaturas más altas de fermentación y, la clave, un tiempo de maceración que hace al vino coloreadísimo y tánico. Una rareza por donde lo mires. El precio es justo (teniendo en cuenta su escasez), aprendés al beberlo y, lo mejor, es un vino riquísimo, de nariz cítrica, algo rugoso en la paladar, acidez bien puesta y un alcohol de 14,5% que redobla la apuesta y lo hace un gran comodín en la mesa.
El 2017 fue un año de puras tendencias, y el primer lugar tenía que reflejarlo de algún modo. Eso sí: este Alma Negra Orange está agotado, así que habrá que esperar hasta la nueva cosecha.
Precio sugerido en Argentina: 500 pesos (29 dólares)
7 comentarios
Mariano! Gran lista, el Samchen Gran Reserva Merlot 2013 sabes en CABA donde se puede conseguir? Veo que varios venden en lote, por unidad? Gracias por los aportes
Dario! La verdad, me mataste, porque es de esos que se ven poco y nada. Vinoteca, eso sí, ahí es fundamental. Pero tendrías que buscar en alguna grande a ver qué te dicen… como Cuvelier Los Andes es parte de Clos de Los Siete, tiene buena distribución en toda la ciudad, así que si no lo tienen en stock, por ahí pueden conseguírtelo fácilmente.
Agendados el Sangre Azul y el Samchen. El Altar UCO no lo pago ni que una modelo de Victoria’s Secret me haga beberlo de su cuerpo. Me molesta que quieran cobrar esos delirios por portación de cara (me puse jodido)
No, che, ahí no te sigo. Es un vino muy complejo para hacer… la flor tiene toda una mística, pero también es muy débil y rara, con lo cual esa complejidad en la elaboración (y por consiguiente su escasez), se paga. Puede parecer mucho, claro, pero hay que evaluarlo si viene de la mano de la modelo de la que hablás.
Ahhhhh Mariano, me engañaste cruelmente!!!!! Ávida por conocer los cinco primeros. A esperar nomás, otra no queda.
No del todo de acuerdo, pero la descripción de cada uno nos acerca un poco. Esperamos los próximos 5. Saludos
No hay que estar de acuerdo, je! Es una elección personalísima y eso es lo más lindo del vino, que cada cual disfrute una parte, y a su modo. Igual, hay que probarlos, nunca está de más! Un abrazo, Eduardo!